miércoles, 8 de agosto de 2012

ADE: la utopía hecha realidad

 ADE, es decir “La Asociación de Defensa de los Équidos”, es una referencia indiscutible para los amantes de los animales y especialmente los caballos, aunque no solo para estos. Preparáos para disfrutar la experiencia de una convivencia armoniosa entre especies: entre animales de granja, animales domésticos, animales semisalvajes y desde que están en ADE animales felices. Un espacio único -que aunque amplio se va quedando pequeño- demuestra tozudamente que los sueños se pueden convertir enrealidad. Que los deseos de personas buenas y de animales pueden converger en algo palpable que tiene mucho de idílico pero sobretodo de mucho trabajo y de constancia. Se trata sin duda de un proyecto ambicioso al alcance de muy pocos.
Cierto es que es tan dificultoso tirarlo adelante como necesario.
El objetivo principal de la “familia” de ADE es rescatar y recuperar física y psicológicamente équidos decomisados por las autoridades, debido a maltrato, abandono o negligencia. En un primer momento y desde distintas entidades llegan avisos sobre la necesidad de un rescate.

Cuando las condiciones lo permiten el equipo se pone en marcha y procede a acoger en su seno un animal, o un grupo, desafortunado. En un segundo momento que dura semanas, meses o años de atención y cuidados, una vez rehabilitados, los équidos y sus compañeros quedan disponibles para adopción. Si ya hace años los casos de caballos, burros, asnos, ponys, mulas, falavelas… con una realidad dura e injusta abundaban, ahora la crisis ha propiciado su crecimiento exponencial. A veces considerados como un “artículo de lujo”, otras como una herramienta de trabajo, otras como los blancos de diversión o extravagancia, los équidos son proclives a no ser respetados. Admirados por su belleza, por su capacidad simbólica y docilidad pueden ser víctimas de propietarios insensibles irresponsables o del infortunio.

Aquí es donde por suerte aparece Leonor y su equipo. Con vocación y experiencia se hacen cargo del animal para ofrecerle una vida nueva. Como cuenta su fundadora:
- “Empezó ADE recogiendo un pony llamado Sandy, juntando dinero para comprar unos burritos famélicos de una explotación cercana o enviando cartas a las hípicas, donde se abusaba de caballos viejos que ya daban todo lo que podían y se les pedía más y más. Y haciendo viajes y más viajes para constatar que las llamadas tuvieran una base cierta, o poniendo denuncias y más denuncias ante el Departamento de Protección Animal de Medio Ambiente, para intentar que pusieran los medios y se involucraran en el rescate”.

Desde entonces los casos atendidos se cuentan por centenares, y ni el enfrentamiento con situaciones aberrantes ha conseguido desmoralizar ni agriar el espíritu y se sueña con ampliar las posibilidades de acogida.

Otros dos aspectos muy interesantes de la labor que hace Leonor Díaz y su gente son: una, que comprenden la necesidad de incidir en la legislación y en las administraciones locales, autonómicas y del estado. Y dos: integran la vertiente pedagógica, al promover entre los niños el respeto a los animales no humanos más allá de cuál sea su especie. Estas y otras facetas hacen de ADE un lugar y un concepto especial.
En ADE se han rodado no pocos reportajes de televisión en estos años de duro empeño pero no hay como la sensación de contribuir al proyecto. Algunos animales roban el protagonismo a los otros por motivos de lo más variado, está la impresionante vaca Martini, está Rubio, un caballo rescatado antes de ser despiezado para el consumo de su carne. Un cerdo llamado Kevin Bacon que adora las caricias en la barriga. Un pony con el pelo rizado. Está la cabrita coja y valiente, está la oveja rebelde, está la cotorra escandalosa, un mastín maravilloso, una colección divertidísima de bretones, los plumíferos y los felinos. Todos tienen nombre, identidad una mirada paciente que los invita a comportarse y a disfrutar de su libertad.
Nadie como la anfitriona para conocer las historias de cada uno, sus gustos, sus tics, sus fobias y enamorarse del hecho de que ADE exista.
Aunque allí se sienten muy bien es importante insistir en que la mayoría de los animales están disponibles para ser adoptados y por varios motivos. Por un lado Leonor, a diferencia de otras benefactoras de animales, cree que otras personas pueden hacerse cargo de sus amados animales con igual competencia que ella, está también la conciencia de la limitación de los espacios y de los recursos. Una criatura menos en ADE ofrecerá la oportunidad a otro animal más desafortunado.

Desde Futur Animal proponemos que conozcáis ADE y que comprendáis que hay muchas maneras de colaborar, que obviamente la ayuda es buena y necesaria. Si no puedes adoptar, apadrina, si no ve a los talleres que se organizan -el último, de Leslie Desmond fue simplemente espectacular- aporta tu granito de arena, contacta con Leonor que está siempre disponible.

Ven a conocer ADE y contribuye a un sueño.
http://www.protectoradecaballos.org/animales-para-apadrinar/

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